Para que un plan de movilidad al trabajo no quede en declaración de intenciones, conviene acompañarlo de una metodología clara y acciones concretas. Aquí van algunas recomendaciones que SD Worx puede difundir o aplicar a sus clientes:
1. Diagnóstico realista de la movilidad
Antes de proponer medidas, hay que conocer cómo se desplazan hoy los trabajadores: modos de transporte, horarios pico, distancias, barreras existentes. Este diagnóstico puede realizarse mediante encuestas, análisis de rutas o uso de apps de movilidad.
2. Participación desde el inicio
Involucrar a la plantilla y a la representación de los trabajadores es clave para diseñar medidas con mayor probabilidad de éxito.
3. Propuesta de un catálogo variado de medidas
- Abonos de transporte público facilitados o subvencionados.
- Coche compartido / carpooling.
- Promoción de la bicicleta (instalaciones seguras, mantenimiento, incentivos).
- Parkings disuasorios combinados con transporte interno.
- Flexibilidad horaria para evitar horas punta.
- Teletrabajo parcial cuando sea viable.
- Vehículos eléctricos corporativos y puntos de recarga.
- Comunicación y campañas de concienciación interna.
- Medidas de seguridad vial en los trayectos al trabajo.
4. Pilotos, seguimiento y ajuste
Implementar medidas piloto, recoger resultados, ajustar, y definir indicadores de éxito (reducción de vehículo privado, emisiones evitadas, satisfacción). Realizar el seguimiento bienal exigido por la normativa.
5. Negociación colectiva y acuerdos internos
El plan debe ser negociado con la representación de los trabajadores, con compromisos, plazos y responsabilidades claras.
6. Comunicación, formación y cultura
La comunicación interna es fundamental para informar, sensibilizar y promover una cultura de movilidad sostenible.
7. Evaluación periódica y transparencia
Publicar resultados y avances refuerza la credibilidad del plan y mantiene el impulso.